De 2, 474 municipios en todo el país, sólo 111 han obtenido esa certificación.
En
2001, la Secretaría de Turismo
(Sectur) lanzó el programa de Pueblos Mágicos para promover y apoyar el turismo
en esas pequeñas ciudades o localidades con gran riqueza natural y cultural. En
México hay más de 194.000 municipios y localidades, pero hasta este año, solo
111 lugares han obtenido el certificado de Pueblo Mágico. Con este título no
solo obtienen un financiamiento del Gobierno federal para mejorar sus servicios
turísticos e infraestructura, también se incluyen en un programa de promoción
turística a nivel nacional e internacional, como lo establece el Diario Oficial
de la Federación. Para obtener este certificado, los pueblos deben pasar por
una serie de requisitos.
1. Condiciones
geográficas y una oficina de turismo.
Un
municipio o localidad debe estar por lo menos a 200 kilómetros
o el equivalente a dos horas de distancia vía terrestre de un destino turístico
consolidado o una población considerada como mercado emisor. El pueblo mágico
de San Pedro Cholula (Puebla), por ejemplo, está a 14 kilómetros del centro de
la ciudad de Puebla. El programa no exige un número mínimo de población o
extensión territorial. Lo que sí es necesario es que el lugar tenga una oficina
gubernamental de turismo que tenga poder de decisión.
2. Planes
turísticos y de desarrollo.
La
solicitud para obtener el certificado de Pueblo Mágico de provenir tanto del
Gobierno, como de la población. Por esa razón, uno de los requisitos para
concursar en la convocatoria es formar un Comité Pueblo Mágico conformado por
10 representantes de los gobiernos local y estatal, del sector turístico
(hoteles, restaurantes y agencias de viaje) y de la comunidad. Este comité debe
desarrollar una propuesta o plan de desarrollo del turismo del lugar y
continuar con el proyecto una vez obtenido el certificado. Este plan de
desarrollo a tres años es uno de los principales requisitos para participar en
la convocatoria. El de Valle de Bravo, por ejemplo, incluye planes para
capacitar guías de turistas, crear un centro para reuniones de negocios y
mejorar la infraestructura de sus atractivos turísticos.
3. Servicios básicos
de turismo e infraestructura.
Las
autoridades municipales o locales deben demostrar que el lugar tiene servicios
básicos para que los turistas puedan disfrutar su viaje y no sufran para
conseguir un cepillo de dientes o un bote de aspirinas. El pueblo debe contar
con un sistema de calles y/o carreteras que conecten el lugar con uno o más
centros urbanos (no queremos una situación como la de El Resplandor). También
debe demostrar que cuenta con servicios de alojamiento, restaurantes, salud y
seguridad pública dentro de su territorio o máximo a una hora de distancia del
lugar.
4. Atractivos
turísticos.
Estos
son esenciales para obtener el título de Pueblo Mágico. El pueblo debe
catalogar sus monumentos históricos (que hayan sido definidos así por alguna
autoridad estatal o federal). Su arquitectura debe conservar una armonía que le
dé identidad al pueblo. No es muy bonito ver un edificio colonial al lado de un
departamento setentero (algo que es común en la Ciudad de México, por
desgracia). Dentro de su propuesta, el Comité Pueblo Mágico debe describir a
Sectur las fiestas y tradiciones de la localidad. Papantla (Veracruz) se
caracteriza por sus voladores, una danza ritual en la que un grupo de hombres
giran de cabeza colgados de un tronco o palo volador. El lugar también debe
contar con producción de artesanías y cocina tradicional.
5. Y por supuesto, la
magia.
Es
difícil explicar por qué un lugar es mágico. No es algo que se pueda
contabilizar o demostrar con datos empíricos. Es por eso que Sectur solicita a
los representantes de la localidad presentar un ensayo en el que describan la
magia del lugar. Deben resaltar el valor histórico, cultural y turístico de su
población, arquitectura, flora y fauna. El texto no debe ser mayor a tres
cuartillas.
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